Según medios de prensa locales el documento rechaza la norma, pues convierte en delito que los médicos traten a los menores de 19 años trans con bloqueadores de la pubertad u hormonas para ayudarles a reafirmar su identidad de género, acción por la que podrían cumplir hasta 10 años de cárcel.
La nueva demanda se presentó en el tribunal federal de la ciudad de Montgomery después que las autoridades judiciales desestimaran dos solicitudes anteriores.
“Impugnamos esa legislación -que entrará en vigor el próximo 8 de mayo-, porque es una intromisión inconstitucional en los derechos de los padres y en la atención médica de una persona”, dijo la directora legal de la Campaña de Derechos Humanos, un grupo nacional de derechos LGBTIQ, Sarah Warbelow.
La organización es uno de los varios grupos de defensa que representan a los demandantes, que son cuatro familias con hijos trans -de entre 12 y 17 años-, dos médicos y un miembro del clero.
Las familias quieren hacer lo mejor para sus hijos, sin embargo, la legislación les amenaza con privarles de una atención médica que podría salvarles la vida, agregó la defensora.
De acuerdo con la propuesta legal, también serán prohibidas las cirugías de transición de género, aún cuando los médicos de Alamaba aseguraron a los legisladores que ese tipo de intervención quirúrgica no se realiza en menores de edad.
En una parada de campaña la semana pasada, la gobernadora de Alabama, Kay Ivey, dijo que la ley es necesaria para “proteger a los niños”.
Los padres son quienes saben qué es lo mejor para sus hijos. Ninguna ley puede violentar la voluntad de los pequeños, y el apoyo que deben recibir de su entorno familiar y de los profesionales de la salud, aclaró Warbelow.
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