Según Seúl, los gobernantes expresaron ese deseo al intercambiar misivas esta semana, a propósito de la próxima salida de Moon del cargo.
El surcoreano instó a Kim a reanudar pronto las conversaciones con Estados Unidos y hacer esfuerzos para dialogar con el nuevo gobierno del mandatario electo, Yoon Suk-yeol.
También pidió superar la era de confrontación con el diálogo.
Mientras, la prensa de RPDC indicó que Kim saludó los logros bajo el mandato de Moon en el acercamiento intercoreano y confió en la posibilidad de avanzar mucho más al respecto si el Sur y el Norte realizan esfuerzos sinceros.
Calificó de histórica las reuniones sostenidas entre los dos y valoró el reciente intercambio de misivas como “una expresión de confianza profunda.”
El año pasado ambas Coreas reanudaron los enlaces telefónicos con el propósito de dar más pasos hacia la mejoría de las relaciones bilaterales.
Tanto la desnuclearización como el acercamiento entre Seúl y Pyongyang quedaron en pausa a raíz de la fallida cumbre en Vietnam de Kim y el expresidente estadounidense Donald Trump en febrero de 2019.
Durante 2018 hubo importantes progresos en esos aspectos y destacó, en especial, que el Norte suspendió sus pruebas nucleares y balísticas, mientras el Sur la propaganda hostil.
Pyongyang criticó la actitud ambigua de Seúl que se mostraba a favor de impulsar los nexos bilaterales, sin incomodar a Estados Unidos ni levantar las sanciones unilaterales.
En tanto, Corea del Sur intentó por todos los medios mantener la buena vibra de los lazos intercoreanos, planeó incluso programar una visita de Kim en 2019 y prometió crear las condiciones para reactivar el complejo industrial de Kaesong y el proyecto turístico del monte Kumgang.
El mismo presidente Moon Jae-in afirmó que agotaría todos los esfuerzos posibles para volver a conversar con el mandatario vecino cuando esté listo, sin importar el lugar o el formato.
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