En entrevista concedida al catedrático argentino Atilio Borón y difundida por la radio local, el mandatario condenó el fortalecimiento del cerco impuesto por Washington desde hace más de 60 años con la aplicación de 243 medidas por la administración del expresidente Donald Trump y la continuidad de las mismas durante la gestión de Joe Biden.
El bloqueo tiene un impacto severo sobre la economía cubana y la vida de la población. Demuestra la hipocresía y doble rasero de la política imperial y la falsa democracia de la que tanto presumen, afirmó.
Asimismo, criticó la inclusión de Cuba en una arbitraria lista de patrocinadores del terrorismo y la activación del Título III de la ley Helms-Burton.
Es una lista espuria que Estados Unidos impone de manera hegemónica. Es absurda, pues el mundo conoce la política solidaria de nuestro país, nuestros conceptos de derechos humanos, la fidelidad a la Carta de Naciones Unidas y a las leyes internacionales. No hay una sola prueba con la que se pueda juzgar a Cuba, aseveró.
Nosotros sí sufrimos el terrorismo norteamericano y hay innumerables hechos en nuestra historia que lo demuestran, añadió.
Díaz-Canel señaló que las acciones de Estados Unidos privan a la isla de combustible, remesas, provocan efectos dañinos en el comercio exterior, causan el encarecimiento de las importaciones y dificultan la capacidad de atraer capital para el desarrollo.
Repercuten también en el abastecimiento de alimentos, medicinas y piezas de repuesto, indicó.
Además, apuntó que las agresiones estadounidenses generaron tensiones, sobre todo, en medio del esfuerzo realizado por Cuba para enfrentar la pandemia de la Covid-19.
Por otra parte, denunció los intentos de manipular y desacreditar cualquier conquista de la nación caribeña.
Hay una red de laboratorios de intoxicación con presupuestos de agencias y del gobierno de Estados Unidos para realizar subversión ideológica y todo esto se basa en campañas de mentiras, desinformación y tergiversación de temas sensibles como el migratorio, afirmó.
Asimismo, criticó la conducta “provocadora de la embajada de Washington en La Habana, la cual se aleja groseramente del papel que debe jugar una misión diplomática”.
En los peores momentos de la pandemia, Estados Unidos arreció el bloqueo económico y la campaña mediática contra mi país y aplicó los conceptos de la guerra no convencional y el golpe suave. Nos negó oxígeno cuando tuvimos escasez e impidió la entrada de ventiladores pulmonares e insumos. Eso fue criminal, indicó.
Pese a todo ello, la isla cuenta hoy con tres vacunas y dos candidatos contra el coronavirus SARS-CoV-2, los cuales puso a disposición de las naciones que las necesiten.
Cuba es uno de los tres países con más población vacunada con al menos una dosis y está entre los siete que tienen más ciudadanos con esquema completo. Fuimos los primeros en inmunizar a poblaciones infanto-juveniles por encima de dos años y hay investigaciones que apuntan hacia la posibilidad de aplicar los fármacos a menores de esa edad, resaltó.
El gobierno norteamericano apostó a que la Revolución se caería e incluso alentó un golpe el 11 de julio. No nos vamos a doblegar ni rendir nunca. Seguiremos resistiendo con un enfoque creativo, afirmó.
Ratificamos el reconocimiento y la defensa de nuestras esencias, independencia y soberanía, a las que no vamos a renunciar. Apostamos por la democracia socialista, la paz, la seguridad y las conquistas de justicia social fruto del socialismo, sentenció.
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