En un primer momento, se había anunciado el fallecimiento de 448 personas, sobre todo, en la región oriental de Durban, constató el jefe de la Policía de este país, Bheki Cele, citado por la televisión capitalina.
De acuerdo con Cele, en cuatro cuerpos sin vida recuperados se hallaron impactos de bala, mientras que el deceso de otras nueve personas para nada estuvo relacionado con los efectos de las referidas crecidas de los últimos días.
Por varias semanas, Sudáfrica sufrió el embate de grandes precipitaciones, sobre todo, en la costa este, que provocaron inundaciones y deslaves, lo cual llevó al Gobierno a declarar el estado de calamidad en todo el país.
Al menos cuatro mil viviendas resultaron totalmente destruidas y otras 13 mil 500 quedaron afectadas parcialmente, en tanto 600 escuelas registraron daños, destacó la prensa en esta capital.
El desastre natural obligó a 40 mil personas a desplazarse a zonas seguras. Solo entre el 11 y el 12 de este mes, cayeron entre 200 y 400 milímetros de lluvia, con daños a negocios, carreteras, puentes e infraestructura de agua, electricidad, ferrocarril y telecomunicaciones.
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