De acuerdo con la entidad estatal, la cifra equivale al 87 por ciento de la población británica y representa un aumento del 25 por ciento comparado con los datos obtenidos en una encuesta similar realizada en noviembre.
Casi un cuarto de las personas entrevistadas afirmó tener dificultades para pagar las facturas, y un 43 por ciento cree que no podrá ahorrar dinero en los próximos 12 meses, agregó la ONS.
La pesquisa no abarcó, sin embargo, el mes de abril, cuando el precio de la electricidad y el gas subió en un 54 por ciento para la mayoría de los consumidores del país.
Este mes también aumentó el valor del impuesto municipal sobre la vivienda y la contribución de empleados y empleadores a la seguridad social, por lo que el panorama actual sería aún peor.
Los británicos también deben lidiar con una inflación galopante que disparó los precios en un 6,2 por ciento en los últimos 12 meses, mientras algunos analistas prevén que la situación se agrave aún más debido al impacto económico global de la guerra entre Rusia y Ucrania y los coletazos de la pandemia de Covid-19.
El tanque pensante británico Resolution Foundation alertó en marzo pasado que como resultado del incremento del costo de la vida, un millón 300 mil personas, entre ellos 500 mil niños, podrían caer en la pobreza absoluta en el Reino Unido.
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