De acuerdo con la indagación de la agencia Kyodo News, la mayoría de los okinawenses inconformes alegaron el poco progreso en la reducción de las bases militares de Estados Unidos, que ocupan el 70 por ciento de la superficie terrestre de la prefectura.
Entre los mil 500 residentes mayores de 18 años entrevistados por el medio japonés, alrededor del 58 por ciento considera que las mencionadas instalaciones deberían reducirse significativamente, el 14 por ciento desea su completa eliminación y cerca del 26 se mostró indiferente.
Tokio y Washington negocian desde hace un tiempo el traslado de la Estación Aérea Futenma, del Cuerpo de Marines, de su actual ubicación en Ginowan hacia una zona costera menos poblada, pero los habitantes de Okinawa obstaculizan la transferencia.
Al respecto, la pesquisa mostró que el 67 por ciento de la población rechaza el plan y de ellos más de la mitad pide el cierre de la base.
Aunque gran parte de los encuestados (76 por ciento) expresó su afinidad por el país norteamericano, otro grupo representativo (51 por ciento) dijo que no confiaba en el ejército extranjero.
La propia agencia publicó el pasado 19 de abril que muchos okinawenses estaban frustrados con el ruido, los delitos y los accidentes relacionados con las instalaciones militares, a propósito del último escándalo por la agresión sexual de una mujer japonesa a manos de un marine.
Sobre este tema reincidente, el gobernador de Okinawa, Denny Tamaki, dijo que el sistema de educación y gestión del ejército estadounidense en la isla es extremadamente inadecuado.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, Okinawa perteneció a Estados Unidos durante 27 años y aunque Washington devolvió el territorio tras la firma del Acuerdo de Reversión de 1972, mantiene una fuerte presencia militar en la zona.
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