El texto presentado esta semana al Parlamento por cinco legisladores advierte que Assange podría pasar el resto de su vida en una cárcel estadounidense por ejercer el periodismo en el Reino Unido.
También apunta que su trabajo incluyó la exposición de crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos cometidos por militares norteamericanos en Iraq y Afganistán y en la prisión de Guantánamo, y que su extradición tendría un impacto “escalofriante” sobre la libertad de expresión.
La semana pasada, la Corte de Magistrados de Westminster remitió la orden de extradición a la titular del Interior, después que el Tribunal Superior de Londres aceptó una apelación contra un veredicto inicial contrario a que Assange fuera enviado a Estados Unidos por temor a que atentara contra su vida.
Con posterioridad, el Tribunal Supremo británico le negó al ciberactivista el derecho a apelar esa decisión, por lo que el caso pasó de oficio a manos de Patel.
El Departamento de Justicia norteamericano acusa al fundador de WikiLeaks de violar la Ley de Espionaje al obtener y publicar en 2010 documentos militares y diplomáticos secretos.
De ser juzgado y declarado culpable por un tribunal norteamericano, Assange podría ser condenado a 175 años de cárcel a partir de los 17 cargos que se le imputan.
Tras la decisión de la justicia de dejar el destino de Assange en manos de Patel, decenas de organizaciones de derechos humanos y del gremio periodístico redoblaron sus demandas al gobierno conservador británico para liberarlo de su encierro en una cárcel de máxima seguridad londinense desde abril de 2019.
El Premio Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, también exigió la liberación del periodista australiano, y advirtió que la orden de extradición emitida por la justicia británica equivale a una sentencia de muerte.
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