Durante su campaña electoral, el actual presidente, Joe Biden, aseguró que lucharía por una reforma migratoria con un enfoque más humano, pero tras más de un año en el cargo sus votantes están decepcionados y no pocos de los que arriban a suelo estadounidense a través del límite fronterizo con México son víctimas de maltratos físicos y psicológicos.
A partir de casi 300 relatos individuales, un informe de 66 páginas publicado por la organización Human Rights First documenta las condiciones inhumanas en centros de detención para quienes cruzan ilegalmente la línea divisoria entre los dos países, reveló el sitio The Intercept.
De acuerdo con el estudio, la política migratoria de la actual administración propició la detención prolongada de decenas de miles de solicitantes de asilo en el último año, niños retenidos en instalaciones para adultos, así como el trato racista y abusivo a negros y personas de la comunidad LGTBQ+, entre otros graves problemas.
Para la abogada Rebecca Gendelman, autora principal del informe, la detención es deshumanizante, peligrosa y cruel, inflige daños físicos y psicológicos, y limita el acceso a la representación legal y a la información.
La nueva denuncia sobre el infierno que viven los inmigrantes en esos sitios sale a la luz mientras el Gobierno de Biden se prepara para levantar a partir del 23 de mayo el Título 42, implementado en 2020 por el exgobernante Donald Trump con el pretexto de evitar contagios de la Covid-19 y así expulsar a la mayoría de los indocumentados en los puntos de entrada.
El documento de Human Rights First plantea preocupación por cómo la suspensión de esa medida -ampliamente criticada por defensores de los inmigrantes por negar el derecho a solicitar asilo- pueda significar la presencia de una mayor cantidad de personas en dichos centros, donde actualmente se encuentran aproximadamente 18 mil extranjeros.
Según Gendelman, la administración tiene autoridad legal para conceder la libertad condicional a esos inmigrantes, pero elige mantenerlos tras las rejas y de esa forma pone vidas en peligro, separa familias, inflige traumas, desperdicia recursos y castiga a las personas por ejercer su derecho legal a solicitar asilo.
El gabinete de Biden dice estar preparado logísticamente para un aumento de la inmigración, y en ese sentido activistas rechazan el plan para ampliar las capacidades del Centro de Procesamiento de Folkston, una instalación ubicada en Georgia, cerca de la frontera con Florida, para retener a quienes llegan al país de forma ilegal.
El Southern Poverty Law Center afirma que ese tipo de acciones representan “una traición a las promesas” hechas por el ocupante del Despacho Oval, que abogó por un trato más humano para los migrantes.
Ello podría pasar factura al Partido Demócrata, que se juega el control del Congreso en las elecciones de medio término de noviembre si no llega a cumplir con más de sus prioridades legislativas y analistas indican que en el voto de los latinos importa el tema migratorio.
(Tomado de Orbe)