El estudio se centra en la creación de un cartílago artificial que sustituya a la sustancia gelatinosa, denominada núcleo pulposo, dentro de cada disco de la columna vertebral, reseñó el periódico Asahi Shimbun.
Cuando este núcleo degenera, ya sea por envejecimiento, presión u otras causas, disminuye su capacidad de absorber el impacto de los movimientos o el peso de partes superiores como la cabeza, cuello, extremidades y tronco.
Además, provoca el roce entre las superficies óseas y en estos casos el paciente sufre dolor en la parte inferior de la espalda.
Para tratar la dolencia, el equipo japonés trasplantó el tejido hecho de células madres humanas inducidas a un grupo de ratas a las cuales retiraron previamente el núcleo pulposo.
Luego de seis meses, las iPS injertadas regeneraron por completo el valioso componente intervertebral de los roedores, destacó el rotativo nipón.
La próxima fase del ensayo implicará repetir el procedimiento en animales más grandes en aras de buscar una mayor efectividad y seguridad.
De acuerdo con los expertos, alrededor de 13 millones de personas en Japón sufren de lumbago, de ellos, entre el 20 y el 40 por ciento debido a la degeneración del disco intervertebral.
La Universidad de Osaka ocupa un puesto de vanguardia a nivel internacional en las investigaciones con células iPS.
A principios de abril pasado otro grupo médico de esta institución docente aseguró que los trasplantes de córnea a partir de células madres pluripotentes inducidas son seguros y eficaces, tras concluir el seguimiento de cuatro pacientes operados con la novedosa técnica.
Las utilizadas por los científicos las proporcionó el Instituto de Investigación de Células iPS de la Universidad de Kioto, dirigido por Shinya Yamanaka, ganador del Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 2012.
Yamanaka descubrió que las células adultas pueden reprogramarse para convertirlas en pluripotentes.
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