La muerte de Jorge Eliecer Gaitán, Luis Carlos Galán, Álvaro Gómez Hurtado, Bernardo Jaramillo Ossa, Jaime Pardo Leal o Carlos Pizarro Leongómez, a manos de mafias afines al narcotráfico, paramilitares y las alianzas de sectores políticos y funcionarios del Estado, devela una historia sangrienta de la política colombiana.
Petro visitaría este martes y miércoles varios departamentos del Eje Cafetero, en el contexto de su campaña electoral, pero canceló la gira tras recibir amenazas del grupo criminal La Cordillera.
«De acuerdo con la labor realizada por el equipo de seguridad, que recibió información de primera mano de fuentes en la zona, el grupo criminal ‘La Cordillera’ estaría planeando atentar contra la vida» de Petro, señaló un comunicado emitido desde su oficina.
Puntualizó que esta es una organización paramilitar dedicada al narcotráfico y al sicariato que ha logrado un amplio control sobre las autoridades civiles regionales y políticos del Eje Cafetero, de algunas instancias de la policía y del ejército, toda vez que algunos de sus miembros participan de dicha organización criminal.
El comunicado enfatizó que dicha información fue verificada por el equipo de análisis e investigaciones de la Campaña «Petro Presidente», que tuvo acceso a fuentes de alta credibilidad y a algunos miembros de la institución policial.
Estos últimos manifestaron que un integrante de la Dirección de Investigación Judicial que habría participado en el asesinato del líder juvenil Lucas Villa también sería parte del plan criminal.
Según indagaciones, La Cordillera es un grupo armado ilegal que está detrás de la muerte de Lucas Villa, un joven activista asesinado con cinco disparos en 2021 en el contexto de las movilizaciones antigubernamentales del Paro Nacional.
Este grupo armado ilegal nació tras la desmovilización del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia, una organización paramilitar, terrorista, narcotraficante y contrainsurgente de extrema derecha que participó en el conflicto armado interno en este país.
Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, fue el fundador de La Cordillera y desde su captura y posterior extradición en 2008 a Estados Unidos varios cabecillas se han disputado el mandato de esa estructura.
El diario El Colombiano refiere que La Cordillera tiene especial incidencia en los departamentos de Risaralda, Caldas y Quindío, y las autoridades han detectado acciones de ellos en zonas costeras, como Bolívar, para enviar sustancias ilícitas a Estados Unidos y otros países.
Agrega que, en principio, La Cordillera se dedica a la extorsión, el narcotráfico y sicariato y en algunos casos, cuando el Clan del Golfo necesita hacer alguna operación en el Eje Cafetero, contrata a ese grupo para expandir sus tentáculos hasta esa zona del país.
Sin embargo, pese a estos precedentes, algunas autoridades desestimaron la denuncia pública de la oficina de Petro, por lo que el senador de Polo Democrático Iván Cepeda señaló que la dirección de la Policía «se contenta con una declaración burocrática y omisiva.»
Por su parte, Wilson Arias, congresista también del opositor Polo Democrático enfatizó por medio de su cuenta en Twitter que en el país fueron asesinados seis candidatos presidenciales, cinco de ellos de izquierda.
«A los que les parece una mentira, una estupidez, una estrategia de campaña, denunciar el plan para asesinar a @petrogustavo, se les recuerda que en el país han sido asesinados. Para no repetirla, no ignoremos nuestra historia», enfatizó.
El candidato del Pacto Histórico, coalición de fuerzas alternativas, progresistas y de izquierda, encabeza las preferencias del electorado con miras a las presidenciales del 29 de mayo próximo, de acuerdo con la totalidad de las encuestas aplicadas en esta etapa de campaña.
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