Las nacientes entidades están respaldadas por un capital de siete mil millones de dólares y sus perfiles ocupacionales se asocian fundamentalmente al sector de servicios.
En el cuatrimestre retornaron a la vida productiva y social unas siete mil empresas que estaban en receso debido a dificultades financieras, operacionales o burocráticas, otra muestra de la reanimación de la economía vietnamita según aumenta el control sobre la pandemia de Covid-19.
De acuerdo con un informe de la Cámara de Comercio Europea en Vietnam, el índice de ambiente empresarial llegó a 73 puntos, el mayor desde la cuarta oleada de la enfermedad en abril del año pasado.
A inicios de 2021, el XIII Congreso del Partido Comunista acordó alentar el proceso de creación de empresas privadas como parte de la política de Doi Moi o Renovación y a tenor con el modelo de desarrollo de economía de mercado de orientación socialista.
En el último decenio los negocios particulares pasaron de 325 mil a 900 mil y sus operaciones más que se triplicaron, mientras sus aportes a la economía crecieron hasta representar en la actualidad el 40 por ciento del Producto Interno Bruto.
Vietnam aspira a tener un millón y medio de empresas privadas en 2030, plenamente sostenibles y capaces de emplear al 10 por ciento de los trabajadores.
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