Según se informó este martes, pese a las pérdidas ocasionadas por la ruptura de su asociación con Rosneft tras la operación militar rusa en Ucrania, la compañía antes conocida como British Petroleum obtuvo una ganancia neta de seis mil 200 millones de dólares en los primeros tres meses de 2022.
La empresa admitió que ese buen desempeño fue resultado del aumento de los precios del petróleo y gas en el mercado internacional.
La noticia sentó, sin embargo, muy mal en los círculos políticos opositores y en los gremios obreros británicos que exigen al gobierno conservador imponer un impuesto único sobre las ganancias de las petroleras.
Los montos recaudados con la nueva medida impositiva serían utilizados para ayudar a la población británica de menos ingresos a lidiar con el aumento del 52 por ciento en el precio de los servicios de electricidad y gas.
En momentos en que los hogares británicos están siendo golpeados por facturas y precios altísimo, esas ganancias (las de BP) son obscenas, afirmó Frances O´Grady, secretaria general del TUC, la mayor central sindical del país.
De acuerdo con la líder sindical, el gobierno debe dejar de poner excusas y aplicar de una vez el impuesto único a las petroleras.
El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, quien asegura que la medida impositiva reducirá en más de 700 dólares anuales la tarifa energética de los hogares británicos, consideró ´asombroso´ el monto de los beneficios reportados por BP en medio de la crisis del costo de la vida.
Nunca antes ha sido más acuciante poner en práctica el plan laborista para un impuesto único sobre las ganancias de las petroleras, recalcó.
El jefe de los Liberales Demócratas, Ed Davey, dijo, por su parte, que tras el reporte de BP, al gobierno le resulta prácticamente imposible justificar su negativa a aplicar el gravamen.
Pese a los reclamos, el primer ministro Boris Johnson reiteró este martes su negativa a gravar, aunque sea una única vez los beneficios de las compañías petroleras.
Según declaró Johnson al canal ITV, esa decisión podría desalentar a esas empresas a invertir en proyectos energéticos en el país.
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