Este dato está relacionado con el conflicto en Ucrania, y las sanciones de Occidente contra Rusia.
La oficina registró por última vez un descenso más fuerte al principio de la pandemia de la Covid-19, en abril de 2020, cuando la producción se contrajo 18,1 por ciento.
Los estadísticos explicaron que los cuellos de botella en el suministro y la escasez de material se agravaron como consecuencia del conflicto.
Por ejemplo, la industria del automóvil sufrió especialmente en marzo por la falta de mazos de cables procedentes de Ucrania.
Según el instituto de investigación económica Ifo, 80 por ciento de las empresas industriales encuestadas se quejaron en marzo de tener problemas por los obstáculos y dificultades en la adquisición de productos preliminares y materias primas.
Por su parte, el economista jefe del Commerzbank, Jörg Kramer, estima probable que la producción industrial continúe su tendencia a la baja.
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