El costo del consumo básico en Tokio, que excluye las tarifas fluctuantes de los alimentos frescos, se mantiene al alza por octavo mes consecutivo, precisó el Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaciones en un informe preliminar.
El indicador casi alcanza la meta de inflación del dos por ciento del Banco de Japón y estuvo afectado por la subida de los precios del petróleo y las materias primas en el mercado internacional.
Así mismo, influyó la devaluación del yen japonés, que registró una caída de hasta 130 niveles respecto al dólar estadounidense el pasado mes.
Dentro del sector energético, aumentaron las tarifas eléctricas (25,8 por ciento), gas (27,6 por ciento) y queroseno (21,0 por ciento).
También se encarecieron la carne vacuna importada y algunos productos derivados de la harina de trigo, entre los cuales destaca el pan (8,4 por ciento).
Los precios de artículos duraderos del hogar, como los refrigeradores y otros electrodomésticos, subieron un 21,6 por ciento, mientras que los alquileres de viviendas lo hicieron un 6,1 por ciento.
El único respiro para los tokiotas lo propició la telefonía móvil, cuyos importes cayeron un 22,5 por ciento para compensar al menos un poco el disparado costo de la vida. Sin embargo, esta disminución se contrajo en relación con el 52,7 por ciento del mes anterior.
El gobierno japonés dará a conocer el balance nacional el 20 de mayo. A juicio de economistas nipones el índice de precios al consumidor del país alcanzará o superará el dos por ciento, pero el Banco de Japón sigue prácticamente inamovible en su política monetaria conservadora.
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