Su coordinador, el letrado Mario Joseph denunció a la prensa que las personas son expulsadas de sus viviendas por matones armados, y luego no tienen un refugio, al tiempo que pidió a las autoridades actuar de manera urgente para apoyar a estos ciudadanos.
Desde hace dos semanas dos potentes bandas de Haití se enfrentan en la llanura de Cul de Sac, en los territorios del norte de Puerto Príncipe, con un saldo de al menos 39 fallecidos, 68 heridos y ocho desaparecidos, de acuerdo con un informe de Protección Civil.
Una situación similar se vive en Cité Soleil, el barrio pobre más grande de Haití en medio de la disputa territorial de la alianza del G-9 y sus rivales. Cerca de 20 personas perdieron la vida como consecuencia de los choques hostiles, denunció la víspera el juez de la comuna Joël Janéus.
Por su parte, la Oficina Integrada de Naciones Unidas deploró la muerte de al menos 75 personas durante los conflictos, y el desplazamiento forzado de otros nueve mil, además del cierre de decenas de escuelas, centros de salud, comercios y otros.
La Binuh lamentó el reclutamiento de niños para integrar esas bandas, que luego son ejecutados, y recordó que esto constituye una flagrante violación de los derechos de la infancia.
Los residentes organizaron el viernes una movilización contra la inseguridad, y para reclamar al Gobierno que controle a los bandidos responsables de numerosas muertes.
“La llanura no se convertirá en Martissant”, era uno de los lemas de los manifestantes, en referencia a la situación que vive la zona sur de la capital, donde las pandillas expulsaron a más de 20 mil personas.
Para el lunes y martes está previsto un paro laboral, impulsado por sectores sindicales, para decir no a la inseguridad, los secuestros y asesinatos, además de exigir acciones urgentes del Gobierno.
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