Ambos luchadores estaban al frente de un grupo que aguardaba en el fortín El Morrillo, ubicado en una de las riberas del río Canímar, la llegada del yate Amalia para trasladarlos a México con el objetivo de preparar una expedición que contribuyera a la lucha contra el régimen imperante entonces en la nación caribeña.
Los revolucionarios fueron víctimas de una delación, y murieron en un desigual enfrentamiento contra tropas que los superaban en número y armamento. Precisamente en el área donde cayeron tras una corta lucha, perpetúa el hecho un obelisco ubicado en las afueras de esta urbe, cabecera de la provincia homónima y situada a 100 kilómetros al este de La Habana.
El Morrillo, construido en 1720 como parte del cinturón defensivo de la bahía matancera, desde hace más de cuatro décadas es Museo Memorial y Monumento Nacional.
Reposan allí los restos de los dos guerreros, y la instalación exhibe, entre otros, objetos personales de los luchadores y el bote donde fueron trasladados sus cadáveres.
Guiteras (1906-1935) fue un líder revolucionario cubano de corta pero intensa vida, que destacó por su pensamiento nacional liberador y antiimperialista.
Aponte (1900-1935), nacido en Caracas, participó en Cuba en la lucha contra la dictadura de Gerardo Machado (1925-1933), y combatió junto al general Augusto César Sandino en Nicaragua donde alcanzó el grado de teniente coronel.
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