Este es el mayor descenso del indicador en los primeros tres meses del presente año, incluso cuando los sueldos en metálico aumentaron 1,2 puntos porcentuales durante el mismo lapso de tiempo.
En otras palabras, el ritmo de la inflación en Japón superó al del crecimiento de los salarios nominales, reveló una encuesta del organismo gubernamental.
En su totalidad, los trabajadores japoneses cobran como promedio unos 286 mil 567 yenes (dos mil 293 dólares), entre el pago básico y las horas extras.
En el caso de los empleados a tiempo completo la media es de 372 mil 765 yenes (casi tres mil dólares), indicó el resultado de la pesquisa.
El extra favorable de los salarios (al alza por duodécimo mes consecutivo), desaparece frente al índice de precios al consumidor en Japón, el cual subió un 0,6 por ciento en relación con febrero de 2021.
En ese mismo periodo, los rubros más multados estuvieron dentro del sector energético, con énfasis en la electricidad (19,7 por ciento), gas licuado (22,9) y gasolina (22,9).
El coste del consumo básico excluye las tarifas fluctuantes de los alimentos frescos.
Según el gobierno, la oferta encarecida refleja el impacto de la subida de los precios del petróleo y las materias primas en el mercado internacional.
Así mismo, influye la devaluación del yen japonés que registró una caída de hasta 130 niveles respecto al dólar el pasado mes.
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