Según la institución, que critica la falta de acción policial, en las comunas de Butte Boyer, Mrécage, Corridor Djo y Santo 2 se registró el mayor número de decesos, 95 en total, mientras 17 cuerpos fueron quemados y otros 30 enterrados en fosas comunes.
La organización criticó la violencia ejercida por estos grupos, con la decapitación de personas y la frialdad de su ejecución. Además, reportaron el incendio de 81 casas y 57 vehículos en la zona afectada conocida como la llanura de Cul de Sac.
Durante casi dos semanas las bandas 400 Mawozo y Chen Mechan se enfrentaron en la región, obligando al desplazamiento de al menos nueve mil personas, mientras se limitó el acceso a las carreteras que unen Puerto Príncipe con los departamentos del norte, denunció Protección Civil.
La Policía aseguró que retomó el control del área que actualmente experimenta una precaria calma, aunque muchos residentes prefieren continuar en sus refugios.
Además de los choques hostiles de esas dos pandillas, en Cité Soleil, el barrio pobre más grande de Haití, aumentaron las tensiones entre otros dos grupos armados, lo cual provocó más desplazamientos internos.
Haití sigue sumido en una espiral de violencia, que se incrementó tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse ocurrido el 7 de julio, y mientras las fuerzas del orden admiten sus dificultades para solucionar el problema.
La víspera, el primer ministro Ariel Henry dejó claro a los representantes de la Unión Europea, que sin una ayuda seria de recursos, el país no podrá enfrentar el dilema de la inseguridad.
“Como socio fiel y de larga data, la Unión Europea debería considerar seriamente ayudarnos a encontrar estos materiales que tanto faltan en la PNH. Los gritos de la población exasperada nos llegan y ¿deberían animar a nuestros socios de la Unión Europea a acudir en su ayuda? El pueblo haitiano lo agradecería”, dijo Henry durante su discurso de conmemoración del Día de Europa.
Reiteró, asimismo, que sin el restablecimiento de la seguridad, la ayuda proporcionada a Haití por Europa seguirá siendo ineficaz.
Varios oficiales y exdirectivos de la Policía han expresado que los grupos armados se encuentran mejor equipados y organizados que las fuerzas del orden, mientras el incipiente ejército cuenta con poco más de 500 efectivos.
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