El UCU está profundamente preocupado que las autoridades colombianas, a pesar de décadas de violencia atroz, todavía no hayan podido garantizar la seguridad para sindicalistas y líderes sociales, señaló la secretaria general del gremio, Jo Grady, en una carta enviada al embajador colombiano en Londres, Álvaro Gómez.
El texto menciona en particular los casos de Misael Fernando Ávila y Mauricio Foly, dos trabajadores de la Universidad del Valle de Cali asesinados a principios de este mes a causa de su activismo sindical.
Al respecto, el UCU exhorta al gobierno colombiano a poner fin al discurso incendiario que potencialmente estimula la hostilidad hacia los sindicalistas.
Tras recordar que un reciente informe de Naciones Unidas ubicó a Colombia como el segundo país más desigual de América Latina, el gremio británico afirmó que para mejorar las condiciones de vida de millones de sus habitantes y construir una sociedad más justa, los sindicatos deben poder organizarse de manera democrática y pacífica.
Al respecto, el UCU afirmó que para conseguir esos objetivos, las autoridades colombianas debe implementar los mecanismos de seguridad contenidos en el acuerdo de paz de 2016 y exigir el fin de los señalamientos contra los sindicalistas.
También llamó a ampliar las investigaciones sobre los autores materiales e intelectuales de esos atentados, y envió sus condolencias a los familiares de las víctimas de la violencia en Colombia.
Según el Observatorio de Derechos Humanos y Conflictividades, al menos 72 líderes sociales y sindicales han sido asesinados en ese país suramericano en lo que de año.
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