El mandatario inauguró en el Kremlin una cumbre de jefes de Estado y Gobierno de los países miembros del grupo militar de países exsoviéticos: Armenia, Belarús, Kazajastán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán.
Destacó que la organización está celebrando las tres décadas de la aprobación de su tratado fundacional (14 de mayo de 1992) y el aniversario 20 de su formación (15 de mayo de 2002), que tuvieron lugar en esta capital.
Recordó que en aquellos momentos también corrían tiempos difíciles. “Nunca terminarán, pero la organización desempeña un papel muy importante en el espacio postsoviético, un papel estabilizador. Espero que, en este sentido, sus capacidades y su influencia en la situación en nuestra zona de responsabilidad no hagan más que aumentar”, apuntó.
En su intervención, Putin señaló que el ingreso de Finlandia y Suecia en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no supone una amenaza directa para Rusia, ya que Moscú no tiene problemas con esos países.
No obstante, advirtió que Moscú responderá, sin duda, a la expansión de la infraestructura militar de la alianza atlántica en esos países. “Cuál será, lo estudiaremos en función de las amenazas que se nos planteen”, apuntó.
Denunció que ese bloque militar no se limita a sus competencias geográficas en el espacio euroatlántico e intenta ejercer influencia y controlar la situación internacional a través de su política expansionista, situación que exige una atención adicional por parte de la OTSC.
El jefe de Estado subrayó que Occidente ha estado cerrando los ojos ante el desenfrenado neonazismo que creció durante mucho tiempo en Ucrania y, de hecho, lo ha estado alentando.
En otra parte de su intervención, llamó la atención sobre las decenas de laboratorios y centros biológicos creados por el Pentágono estadounidense en el espacio postsoviético que no estaban dedicados a proporcionar tratamiento médico práctico a la población.
Explicó que esos laboratorios recogieron materiales biológicos y estudiaron las particularidades de la propagación de enfermedades peligrosas, mientras en Ucrania desarrollaron componentes de armas biológicas.
Putin alertó que en esos centros se investigaron y practicaron posibles métodos y mecanismos para desestabilizar la situación epidemiológica en el espacio postsoviético.
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