“Si el sector privado no tiene la capacidad de garantizar un suministro de producción para la demanda interna (…), pues lo va a hacer el Estado, como lo ha hecho el 2007 y 2008 con Emapa (Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos)”, aseguró el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro.
El titular salió al paso en entrevista al canal Bolivia TV a una supuesta situación crítica con las existencias del grano, difundida por empresarios privados sin tener en cuenta las cosechas del mes corriente y de junio.
Montenegro reiteró que están aseguradas las necesidades de los pequeños productores de carne de pollo y de cerdo, y pidió calma a este sector.
“No caigamos en la mentira de decir que se ha perdido el 80 por ciento (de la producción) o que es imposible almacenar maíz”, expresó el ministro.
Insistió en que se recurre a lo que denominó “una serie de falacias y mentiras para decirle al pueblo boliviano que no hay el maíz suficiente cuando Bolivia lo puede producir”.
De acuerdo con Economía y Finanzas Públicas la nación altiplánica mantiene un superávit en la producción de maíz desde hace tres años, por lo cual se descarta el desabastecimiento de este alimento en el marcado nacional.
El gobierno boliviano aplica medidas de respaldo con el objetivo de asegurar a los productores pecuarios el abastecimiento de maíz para garantizar la producción y comercialización alimentaria, incluidas las carnes de pollo y de cerdo a precio justo en el mercado interno.
Al referirse al tema, el jefe de la cartera de Desarrollo Rural y Tierras, Remy González, llamó a “recapacitar” a los grandes empresarios que dejaron de sembrar maíz para privilegiar otros cultivos que les resultan más rentables.
Subrayó que la reversión de tierras está prevista en la Constitución Política del Estado, en la Ley INRA y en la de Reconducción Agraria.
“La Función Económica Social (FES) es el empleo sustentable de la tierra en el desarrollo de actividades productivas, para responder al interés colectivo”, dijo al canal Bolivia TV.
Comentó que desde 2017 y 2018 los empresarios redujeron la superficie de producción de maíz.
“Para esos años teníamos superávits de 165 mil toneladas, luego bajó a 140 mil, 120 mil toneladas, y este año ha sido muy fuerte el bajón, solo tenemos 34 mil toneladas de superávit”, explicó.
Agregó que los empresarios bajo la justificación de cultivar trigo y maíz obtuvieron grandes superficies de terrenos, pero no cumplieron, por lo que las autoridades estarían obligadas a aplicar la función social y pasar tierras al Estado.
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