Según Bolsonaro, el ministro realizó «sucesivos ataques a la democracia, falta de respeto a la Constitución y desprecio a los derechos y garantías fundamentales».
En la imputación expedida el lunes al titular de la corte, Luiz Fux, el exmilitar enumera cinco descargos que, a su juicio, fundamentan la acción contra De Moraes.
Un primer motivo, según el mandatario de tendencia ultraderechista, sería la pesquisa «injustificada en la investigación de las fake news (noticias falsas), bien por su excesivo plazo, bien por la ausencia de hecho ilícito».
La segunda razón sería «no permitir que la defensa tenga acceso a los registros». La tercera acusación es que «la investigación de las fake news no respeta el proceso contradictorio.
Una cuarta resulta que De Moraes decretó, contra los investigados, medidas no previstas en el Código de Procedimiento Penal, en contra del marco civil de Internet.
El quinto y último punto señala que, incluso después de que la Policía Federal concluyera que el gobernante no cometió ningún delito en su vida sobre las urnas electrónicas, el magistrado «insiste en mantenerlo como investigado».
Bolsonaro presentó el pasado año en el Senado una solicitud de destitución contra el ministro, pero la demanda fue archivada.
Pese a sus intentos por juzgar al juez, el excapitán del Ejército carga sobre sus espaldas amenazas y agresiones directas contra el STF.
En tal sentido, participó en actos antidemocráticos con carteles que pedían el cierre del Supremo y el apoyo a la dictadura militar (1964-1985).
También criticó el domingo pasado, en un encuentro con seguidores, la investigación sobre las fake news.
Asimismo, denunció en agosto de 2021 que, aunque no tenía pruebas, había «fuertes indicios» de irregularidades en el recuento electrónico del sufragio de 2018.
Para aquella imputación, se valió de audiovisuales compartidos en redes sociales y de una explicación grabada en video por un supuesto programador, información desmentida otras veces por la Justicia Electoral, la prensa y expertos en seguridad digital.
Recientemente abogó, además, por una auditoría externa del proceso electoral por parte de una empresa contratada por el Partido Liberal, al que pertenece.
Desde diferentes sectores de la sociedad brasileña, las embestidas de Bolsonaro contra las elecciones y la democracia son rebatidas.
Organizaciones de la sociedad civil entregaron esta semana una carta al presidente del Tribunal Superior Electoral, Edson Fachin, en repudio a esos ataques.
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