En un mensaje en la red social Twitter, el diplomático recordó que en 2019 denunció las acciones conjuntas de Washington y la derecha nacional contra el pueblo venezolano y recalcó «hablamos de un pasado que sigue siendo una amenaza presente».
Al respecto, señaló que el general Mark Milley, quien propuso a la Casa Blanca el uso de mercenarios – entrenados en Colombia -, así como la ejecución de actos terroristas y el ataque al Sistema Eléctrico Nacional, es actualmente el jefe del Estado Mayor de la Fuerzas Armadas norteamericanas.
Expuso cómo en su libro A Sacred Oath (Un juramento sagrado)el exsecretario de Defensa estadounidense Mark Esper revela las intenciones de Milley de aplicar para Venezuela estrategias de guerra irregular, como el entrenamiento y armamento de exmilitares.
De igual forma, recordó que Mauricio Claver-Carone, actual presidente del Banco Interamericano de Desarrollo en Estados Unidos, fue el mismo que planificó el intento de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro.
Los planes militares contra Venezuela, enfatizó, se mantienen en la mesa, luego de que el exsecretario de Defensa revelara que desde 2020 la Casa Blanca envió barcos de guerra a las costas de esta nación suramericana como el Bombardero B-52.
Es más, aseguró, según Esper se planificó una estrategia para los eventos que se podrían generar, «una vez que Maduro haya caído».
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