El índice anual de gases de efecto invernadero de la NOAA, indexado a 1990 el año de referencia para el Protocolo de Kioto y el año en que se publicó la primera Evaluación científica del cambio climático, alcanzó un valor de 1,49, es decir, esas sustancias emitidas por el hombre causaron más calor.
Las mediciones se basan principalmente en cálculos muy precisos de gases de efecto invernadero en muestras de aire recolectadas en todo el mundo y el resultado contiene poca incertidumbre, detalló el texto.
Señaló, además, que el dióxido de carbono (CO2) constituye el gas más abundante emitido por el ser humano. Aproximadamente 36 mil millones de toneladas métricas de CO2 se emiten cada año por el transporte, la generación eléctrica, la fabricación de cemento, la deforestación, la agricultura y muchas otras prácticas.
Una fracción sustancial del CO2 emitido hoy persistirá en la atmósfera durante más de mil años, recalcó la indagación.
Las mediciones de la NOAA mostraron que la concentración global promedio de CO2 en 2021 fue de 414,7 partes por millón (ppm).
Por otro lado, el aumento anual fue de 2,6 ppm durante este año, aproximadamente el promedio de la década anterior y mucho más alto que el medido durante 2000-2009.
Asimismo, los niveles de CO2 crecieron en 61 ppm desde 1990, lo que representa 80 por ciento del aumento de calor registrado desde entonces.
Por otro lado, los niveles de metano atmosférico (CH4) promediaron 1895,7 partes por billón durante 2021.
El metano es el segundo gas de efecto invernadero más importante en el calentamiento del planeta y su influencia de calentamiento desde la época preindustrial es aproximadamente una cuarta parte de la del CO2, explica el estudio.
Otro de los contaminantes, emitido principalmente por las personas y sobre el que llama la atención el texto de la NOAA, es el óxido nitroso (N2O), el cual llega a la atmósfera como resultado del uso de fertilizantes para apoyar la agricultura y la producción de alimentos.
Estos tres gases de efecto invernadero, además de dos sustancias químicas prohibidas que agotan la capa de ozono, representan aproximadamente el 96 por ciento del exceso de calor atrapado en la atmósfera debido a la actividad humana desde 1750, alerta la investigación.
Concluye que el 4,0 por ciento restante proviene de otros 16 gases de efecto invernadero también rastreados por el índice anual de gases de efecto invernadero de la NOAA y en conjunto, atraparon una cantidad de calor equivalente a 508 ppm de CO2 en 2021.
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