“Hasta la fecha se tienen 154 focos de calor identificados en Santa Cruz; 101 en Beni; 16 en La Paz; ocho en Tarija y seis en Cochabamba, los cuales están siendo monitoreados permanentemente”, afirmó en declaraciones al canal Bolivia TV.
Calvimontes enfatizó en que resulta “preocupante” la existencia de cinco focos caloríficos en áreas protegidas: tres en el Parque Nacional Carrasco, en Cochabamba; y dos en Apolobamba, departamento de La Paz.
El jefe del área adscrita a la cartera de Defensa describió que en los bosques de la Chiquitania se observan 57 focos de calor, y a estos se suman 32 en el Chaco, ocho en las llanuras, seis en el bosque amazónico y 12 en los Yungas para un total de 115.
Al referirse al departamento de Santa Cruz consideró que el municipio más amenazado desde este punto de vista es el de San Ignacio de Velazco.
Edmundo Novillo, ministro de Defensa, presentó el viernes último el Plan Nacional 2022 de Prevención y Lucha Contra los Incendios, en el cual participan mil 200 efectivos de las tres Fuerzas Armadas con medios terrestres, aeronaves y transporte lacustre y fluvial.
Novillo sostuvo que la preparación de esta tropa le permite enfrentar granizadas, nevadas, terremotos, riadas, inundaciones e incendios forestales.
El servicio de prensa de la cartera de Defensa, en tanto, reportó que en abril quedó constituido el Comando Conjunto de Reacción ante Emergencias Adversas.
Su misión es enfrentar desastres naturales en cualquier punto del país, caracterizado por la diversidad topográfica y la variedad de climas.
Un semestre de período lluvioso y seis meses de sequía provocan que la biodiversidad de esta zona sea muy especial y al mismo tiempo extremadamente vulnerable a las llamas.
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