Brad Raffensperger, el secretario de Estado, venció a la representante Jody Hice, una congresista republicana que votó para anular la elección de 2020 y que fue respaldada por Trump.
El secretario de Estado es el máximo responsable de las elecciones en Georgia, y el ganador en otoño tendrá una gran influencia sobre cómo se desarrollará la campaña presidencial de 2024 en un estado clave en la batalla.
Este éxito se sumó al del gobernador Brian Kemp que desde tempranas horas de la noche del martes fue declarado ganador sobre el exsenador David Perdue, otro que fue apoyado por el magnate inmobiliario.
Estos resultados representan el mayor revés en la temporada de primarias de 2022 para Trump, quien hizo de la derrota de Kemp y sus aliados una prioridad absoluta, buscando venganza por la negativa del gobernador y del secretario de Estado de variar los resultados de las elecciones de 2020 en Georgia a su favor.
El apoyo del expresidente a “su caballo en la carrera” (Perdue) se reflejó grabando anuncios de televisión, celebrando un mitin e incluso transfiriendo 2,64 millones de dólares de sus cuentas políticas para ayudarle.
Chris Christie, el exgobernador de Nueva Jersey y un asesor de Trump en el pasado, que hizo campaña con Kemp, celebró en Twitter, declarando que los votantes habían rechazado «el DJT Vendetta Tour».
Con casi 200 apoyos a candidatos hasta el momento, Trump configuró la temporada de primarias de 2022 como un referéndum sobre su influencia en el partido y pese que se anotó victorias importantes como la elección de J.D. Vance en Ohio para disputar el escaño en el Senado que deja Rob Portman, también tuvo sonados fracasos como el de Georgia.
Aunque sintió las derrotas en Nebraska e Idaho, ningún estado hasta ahora fue tan importante para él como Georgia, donde no sólo se propuso destituir al gobernador sino también a sus aliados en otros cargos estatales.
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