El sondeo de la firma Datafolha también ubicó al mandatario de tendencia ultraderechista con un 30 por ciento y, en votos totales, Lula alcanzó un 48 por ciento del electorado, más de 20 puntos porcentuales por delante del exmilitar.
La intención de voto hacia el fundador del Partido de los Trabajadores (PT), quien sería elegido en una primera vuelta el 2 de octubre, escaló cinco puntos porcentuales en dos meses, desde un 43 por ciento en una muestra de Datafolha realizada en marzo.
En una posible segunda ronda, el 30 de octubre, Lula le sacaría a Bolsonaro 25 puntos (58 a 33 por ciento).
Recientemente, el exdirigente obrero pronosticó que el excapitán del Ejército recibirá un golpe popular ante las urnas.
«Bolsonaro habla de golpe todos los días. Verá un golpe. Sufrirá un golpe popular el 2 de octubre», vaticinó el exlíder sindical en el municipio Juiz de Fora, estado de Minas Gerais (sudeste), en el último día de su recorrido por esa división territorial.
Lula insistió que en el sufragio «el pueblo dará un golpe a su autoritarismo y restaurará la democracia. Un golpe democrático y popular, sin fusiles, sin ametralladoras».
Denunció el despotismo de Bolsonaro, quien en los últimos tiempos reforzó su campaña antidemocrática y contra el proceso electoral.
En tal sentido, el exdirigente obrero defendió el sistema electivo brasileño.
«Confío en las urnas electrónicas, porque si pudieran robar, un tornero (como él) no habría sido presidente de la República dos veces, y el PT no sería el segundo partido en 1989, en 1994, en 1998, el primero en 2002, 2006, 2014, y el segundo en 2018. Volveremos a ser los primeros en 2022», auguró.
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