Según la columna del periodista Kennedy Alencar, en el portal de noticias UOL, el llamado modelo de pool será similar al adoptado en Estados Unidos.
Alencar asegura que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, precandidato del PT, concurrió a 11 debates electorales, pero, según el partido, no hay manera de aceptar todas las invitaciones, las cuales tienden a aumentar.
La organización política cree que el modelo de pool es mejor para una mayor repercusión de las ideas de cada candidato.
De acuerdo con el columnista, la fecha del debate de la televisión comercial abierta Rede Globo, siempre en la recta final de la primera y segunda ronda, es considerada mala por el PT.
Asegura que el partido tiene la intención de proponer la idea de los altercados compartidos a las asociaciones que representan a las emisoras de radio y televisión, los periódicos, las revistas y los portales. Tal regla del pool también se aplicaría a Globo.
La propuesta de tres discusiones simultáneas debería ser presentada, además, por el PT a otros partidos que tienen postulantes presidenciales.
Actualmente, precisa Alencar, la participación del mandatario de tendencia ultraderechista Jair Bolsonaro en los debates es considerada una condición necesaria para que Lula también acepte la confrontación entre pretendientes al poder.
Sin Bolsonaro, el PT no ve sentido a la presencia del favorito de las encuestas de opinión rumbo al sufragio para convertirse «en saco de boxeo» de aspirantes sin posibilidades reales de victoria.
Los sondeos refuerzan cada vez más que el exdirigente sindical y el exmilitar serán los protagonistas de la próxima disputa electoral.
Analistas aseguran que el país más rico de América Latina se prepara para un duelo en las urnas de egregio voltaje, cuyo resultado repercutirá más allá de sus fronteras.
Precisan que la porfía Lula-Bolsonaro pudiera convertirse en revancha por aquella que no pudieron celebrar en 2018, cuando un tribunal anuló entonces la candidatura del extornero mecánico por supuestos actos de corrupción.
La Corte Suprema propició en marzo de 2021 una segunda oportunidad al líder del PT tras anular sus condenas y rehabilitar sus derechos políticos que abrieron nuevamente las puertas hacia una carrera por la presidencia.
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