En el evento del grupo defensor del porte de armas de fuego, que se extenderá todo el fin de semana, se espera la participación del expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) y otros republicanos como el senador Ted Cruz y el gobernador tejano, Greg Abbott.
Algunos invitados declinaron invitaciones, como el cantante Don McClean, para quien sería «irrespetuoso» presentarse allí luego de la matanza más reciente que aún conmociona a la nación.
Si bien el presidente Joe Biden, demócratas, y gran parte de la sociedad estadounidense abogan por mayores regulaciones sobre las armas de fuego, los miembros y seguidores de la NRA siguen el enfoque de que es necesario una mejor atención de la salud mental en vez de prohibir los artefactos letales.
La NRA declaró en un comunicado que en la convención a realizarse en la ciudad de Houston reflexionarán sobre lo ocurrido en la escuela de Uvalde (Texas), rezarán por las víctimas, y redoblarán el compromiso para hacer de las escuelas lugares más seguros.
Paralelamente, organizaciones civiles presionaron para impedir la celebración del evento y preparan manifestaciones en su contra.
Todos deberíamos estar de acuerdo en que es inapropiado que la organización de cabildeo de armas más grande del mundo organice una convención de celebración en el mismo estado donde tuvo lugar la masacre el pasado martes, expresó el grupo Parents Together.
La tragedia de Uvalde no hizo más que subrayar cómo la nación más poderosa del mundo ni siquiera puede garantizar a sus más vulnerables, los niños pequeños, estar a salvo de una muerte violenta, sería difícil encontrar un fracaso de gobierno más sorprendente, valoró la cadena CNN.
La desregulación de las armas, basada en la interpretación de la Segunda Enmienda de la Constitución, y la inacción de los políticos al respecto, más preocupados por mantener sus posiciones de poder por solucionar problemas, apuntan como principales causas de la creciente violencia armada.
Los legisladores, y en particular los republicanos, se niegan a limitar el acceso a los armamentos, al tiempo que la poderosa NRA presiona para rechazar cualquier cambio.
Este jueves los miembros del partido rojo bloquearon en el Senado un proyecto de ley sobre terrorismo nacional que habría abierto el debate sobre cuestiones relacionadas con los crímenes de odio y las armas.
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