Según el portavoz Anthony Coley, la revisión del incidente fue solicitada por el alcalde de esa ciudad tejana, Don McLaughlin, e incluirá un informe sobre las acciones de las fuerzas del orden el 24 de mayo, cuando ocurrió la masacre.
Las autoridades judiciales intentarán proporcionar un informe independiente de las acciones y respuestas de las fuerzas del orden e identificar las lecciones aprendidas para evitar errores ante eventos violentos futuros, señaló el vocero en un comunicado.
«Al igual que con las anteriores revisiones sobre tiroteos masivos y otros incidentes críticos, esta evaluación será justa, transparente e independiente», afirmó.
La policía local admitió una serie de fallos en su accionar para detener la masacre en la escuela primaria, que dejó 21 muertos, entre ellos 19 niños.
El director del Departamento de Seguridad Pública del estado, Steve McCraw, dijo este viernes que la policía tomó la decisión equivocada al esperar demasiado para enfrentarse al tirador, un joven de 18 años que asesinó a su abuela con el mismo rifle que utilizaría unos minutos después contra los menores y docentes de Robb.
«Desde el beneficio de la retrospectiva, por supuesto que no fue la decisión correcta. No hay excusa», admitió McCraw.
Había suficientes agentes para accionar con celeridad, no obstante, quien estaba a cargo de frenar el incidente creía que necesitaba más equipo y más agentes para hacer una brecha táctica, añadió la autoridad local.
Los agentes y oficiales del estado reconocieron el error después de días de incoherencias y una confusa cronología de la respuesta de las fuerzas del orden.
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