Suscrito por Patrick Macfarlane, abogado e investigador estadounidense, el informe aborda cómo Washington alista la aprobación de normativa en el Congreso con el fin de legalizar sus políticas en otros países, una Autorización para el Uso de la Fuerza Militar (AUMF).
La nueva AUMF que fue presentada en la Cámara de Representantes el 1 de mayo de 2022 por Adam Kinzinger (R-Illinois) y de aprobarse permitiría al presidente Joe Biden desplegar fuerzas estadounidenses para restaurar «la integridad territorial de Ucrania» en caso de que Rusia utilice armas químicas, biológicas o nucleares.
Precisó Macfarlane que aunque la propuesta de Kinzinger se atribuye una posición moral elevada al amenazar con una guerra contra Rusia, no puede reclamar ninguna. Estados Unidos desplegó los tres tipos de armas contra sus enemigos en el pasado reciente, si no antes, puntualizó.
En cuanto a las armas nucleares Estados Unidos es el único país en la historia del mundo que las utilizó contra sus enemigos en tiempo de guerra. Su uso fue más aborrecible si se tiene en cuenta que las ciudades de Hiroshima y Nagasaki no tenían ningún valor militar estratégico y que las municiones mataron mayoritariamente a civiles, agregó.
El informe relata diferentes usos de armas biológicas, pruebas de radiación incluso contra su propia población. Por ejemplo, en sintonía con su carácter, entre 1945 y 1947 los científicos del Proyecto Manhattan inyectaron intencionadamente plutonio a 30 estadounidenses para ver qué pasaba.
Estas inyecciones se administraron sin el conocimiento ni el consentimiento de los sujetos y en cuanto a la guerra biológica, el Pentágono probó armas biológicas contra sus propios ciudadanos en varias ocasiones.
En la década de 1980 los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) proporcionaron a Irak agentes patógenos, que se utilizaron ostensiblemente contra Irán en la guerra Irak-Irán. De hecho, Estados Unidos apoyó a ambos bandos de la guerra, agregó Macfarlane.
Unos años más tarde, indicó, el Pentágono invadió Irak con el pretexto de destruir las armas mencionadas. En la mayor batalla de dicha invasión, la segunda de Faluya, Estados Unidos utilizó fósforo blanco contra los insurgentes. El uso de fósforo blanco contra civiles es un crimen de guerra.
Estados Unidos se empeña constantemente en hacer cumplir el «orden internacional basado en normas», pero ¿qué representa ese orden? Si su propia conducta es la medida, entonces Estados Unidos no debería tener ningún problema con Rusia por utilizar armas químicas, biológicas o nucleares, remarcó Macfarlane.
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