Votados por mayoría en la Cámara de Consejeros de la Dieta (órgano legislativo), los fondos adicionales repondrán lo invertido en el subsidio petrolero y otras medidas de emergencia adoptadas por el primer ministro, Fumio Kishida, el pasado mes de abril.
Además, permitirán extender estos paquetes de ayuda hasta septiembre, entre los cuales destaca la asignación de 50 mil yenes (unos 400 dólares) por cada niño a las familias de bajos ingresos, reseñó la prensa local.
El monto extra se financiará con la emisión de nuevos bonos del gobierno, lo cual complicará aún más la salud fiscal de la tercera economía del mundo, cuya deuda a largo plazo supera el trillón de yenes (unos 7,9 billones de dólares), su peor registro histórico de acuerdo con el Ministerio de Finanzas.
El costo del consumo básico en Japón, que excluye las tarifas fluctuantes de los alimentos frescos, se ha mantenido al alza en los últimos meses, precisó la cartera de Asuntos Internos y Comunicaciones.
En abril del presente año, el índice de precios al consumidor aumentó un 2,1 por ciento respecto a 2021. A juicio de expertos, el desfavorable indicador responde a la elevada cotización del petróleo y las materias primas en el mercado internacional, así como la devaluación del yen que infla los precios de importación.
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