El gobierno duplicó la cantidad de permisos establecidos hasta la fecha, a raíz de una estabilización de la crisis sanitaria en la nación asiática.
Asimismo, eliminó las pruebas de Covid-19 en los aeropuertos y los periodos de aislamiento para pasajeros procedentes de 98 países dentro de su lista azul de bajo riesgo de trasmisión del virus respiratorio, entre los cuales figuran Estados Unidos, Reino Unido, China y Australia, reza un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Los protocolos de bioseguridad en las terminales aéreas se mantienen para aquellos viajeros que 14 días previos a su arribo a Japón hayan permanecido en India, Cuba, Portugal, Kuwait y 95 naciones más dentro del grupo amarillo (con menor incidencia), excepto si presentan un certificado de vacunación de tres dosis.
El tercer grupo (rojo) lo conforman Pakistán, Fiji, Albania y Sierra Leona. En estos casos, los viajeros deberán realizarse un test a su llegada y cumplir la cuarentena de tres días en una instalación designada por el gobierno, o siete días domiciliar si poseen certificado de vacunación válido.
A partir del 10 de junio iniciará también la apertura paulatina de las fronteras niponas para pequeños grupos de turistas extranjeros, quienes recorrerán el país bajo la tutela de la Agencia de Turismo de Japón y la Asociación Japonesa de Agentes de Viajes.
El pasado 5 de mayo, el primer ministro, Fumio Kishida, destacó que la situación nacional de la Covid-19 es cada vez más estable, pero el regreso a la normalidad será por etapas y de acuerdo con la opinión de los expertos en salud pública.
El turismo receptor, que cayó cerca del 90 por ciento en 2020 con respecto al año anterior, es uno de los sectores económicos que más ha sufrido las prohibiciones de viaje, con pérdidas millonarias para la industria.
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