La organización operaba como una empresa, con financistas, «coyotes» y encargados del traslado e instalación de los extranjeros, por el pago de entre 160 mil y 650 mil pesos chilenos (799,66 dólares), añadió la Policía de Investigaciones.
Los traficantes montaron, incluso, agencias de turismo virtuales, y promocionaron la migración ilegal en las redes sociales, explicaron expertos de la Brigada Investigadora de Trata de Personas de ese cuerpo represivo.
La operación entre esa institución y la Fiscalía de Arica logró la detención de 13 miembros de la banda, mientras otros nueve quedaron en prisión preventiva.
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