Tras los recientes tiroteos masivos ocurridos en el país, como el que cobró la vida de 19 niños y dos maestras en una escuela de Texas la semana pasada, algunos congresistas intentan promover medidas para frenar ese tipo de hechos violentos cada vez más frecuentes.
La propuesta que prevé analizar el Comité Judicial, según precisó la cadena NBC News, incluye medidas para elevar la edad permitida para comprar rifles semiautomáticos de 18 a 21 años y convertir en delito federal la importación, venta, fabricación o posesión de cargadores de alta capacidad, con algunas excepciones.
Además, prevén endurecer las penas por tráfico de armas y compras ficticias.
Si bien es posible aprobar ese tipo de iniciativas en la Cámara Baja, en el Senado existen grandes probabilidades de que quede estancada, como mismo se encuentran otras disposiciones que también buscan restringir el porte de armas.
Aún así, senadores de ambos partidos dialogan por estos días sobre cómo lograr un “marco básico” que permita avanzar al respecto en medio de las presiones para regular el uso de esos artefactos letales.
Congresistas, principalmente republicanos, se niegan a limitar el acceso a los armamentos en un país donde diariamente más de un centenar de personas es víctima de disparos, pero la poderosa Asociación Nacional del Rifle presiona a los legisladores para rechazar cualquier cambio.
El presidente estadounidense, Joe Biden, se comprometió a reunirse con los legisladores para lograr una legislación sobre armas, aunque no precisó con quién ni cuándo.
Mientras en Estados Unidos se mantiene el desacuerdo político sobre cualquier proyecto al respecto, es la población, en especial las minorías negra y latinas, la que ponen las cuotas de muertos y afectados por el flagelo, evidencian estadísticas oficiales y hechos concretos.
Durante el pasado fin de semana hubo al menos 14 tiroteos masivos en el país y la cifra de ese tipo de hechos ya asciende a 231 en lo que va de año, según la organización Archivo de la Violencia Armada.
jf/avr