La medida aplica solo para los pobladores de los 0,95 kilómetros cuadrados de Katsurao donde las labores de descontaminación y desarrollo de infraestructuras han progresado notablemente, acordaron los participantes en una reunión conjunta de la Jefatura de Respuesta a Emergencias Nucleares y el Consejo de Promoción de la Reconstrucción, según reseñó la prensa nacional.
Aunque Katsurao quedó fuera de los límites de seguridad establecidos tras la fusión de los reactores nucleares de la planta de Fukushima 1, la zona fue declarada de “difícil retorno”. Hasta la fecha, solo ocho ciudadanos manifestaron su deseo de regresar, de los 82 autorizados.
Durante la reunión, el primer ministro, Fumio Kishida, dijo que once años después del desastre nuclear todavía miles de personas viven en centros de evacuación. En tal sentido, insistió en la importancia de acelerar la reconstrucción y rehabilitación a gran escala de Fukushima.
Ocurrido en 2011 y considerado la peor catástrofe natural en la historia japonesa, el sismo de 9.1 en la escala sismológica de magnitud del momento trajo aparejado un poderoso tsunami con olas de hasta 40 metros, que arrasó ciudades costeras y provocó el colapso de la mencionada planta nuclear.
Las áreas residenciales alrededor de Fukushima 1 han sido objeto de trabajos de descontaminación, pero los niveles de radiactividad siguen elevados, sobre todo en algunos bosques y montañas de la prefectura.
Persisten desafíos como la eliminación de los escombros (combustible nuclear fundido) que quedan en el reactor de la planta y más de un millón de toneladas de agua contaminada, almacenada en tanques.
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