Por María Julia Mayoral
Corresponsal de Prensa Latina en Angola
Los efectos del cambio climático y la creciente preocupación ambiental avalan la pertinencia de promover la transición hacia una economía baja en carbono, reiteró el ministro angoleño del ramo, Diamantino Azevedo, en un reciente foro consultivo.
Al decir del titular de Recursos Minerales, Petróleo y Gas, el Ejecutivo incentiva inversiones privadas con socios extranjeros, tanto en área del petróleo y el gas como en las energías renovables, incluidos los biocombustibles y el hidrógeno verde (mediante la electrólisis del agua).
Según indicó, la idea es promover la explotación sostenible de los recursos energéticos fósiles y expandir, de forma gradual, las oportunidades para el aprovechamiento del potencial solar y eólico, la biomasa y otras alternativas menos contaminantes.
La petrolera nacional (Sonangol) negoció la construcción de dos plantas fotovoltaicas en las localidades de Caraculo y Quilemba, en las provincias sureñas de Namibe y Huíla, respectivamente, en asociación con multinacionales del sector, ejemplificó.
Nuevas inversiones también deberán fortalecer la posición de Sonangol en el upstream (exploración y extracción de hidrocarburos), a fin de aumentar su participación como operador nacional del dos por ciento actual al 10 por ciento de la producción total hasta 2027, precisó un análisis ministerial.
Otras obras relevantes, comentó Azevedo, son la ampliación y modernización de la refinería de Luanda y los proyectos para construir instalaciones con similares fines en Cabinda y Soyo (Zaire), ambos en la región norteña, y en Lobito (occidente, de cara al océano Atlántico).
El pasado 2 de mayo se realizaron en Houston, Estados Unidos, las pruebas de aceptación fabril de los equipos para la primera fase de la refinería en Cabinda, cuya ejecución comenzará en los próximos meses.
Con vistas a la futura planta de Soyo, el 13 de mayo fue colocada la primera piedra, y la reactivación de las inversiones en Lobito dependerá de las gestiones en curso por la petrolera nacional, señaló el titular.
En el caso del hidrógeno verde, Sonangol trabajará en sociedad con dos empresas alemanas, anunció Azevedo, quien destacó el potencial de las energías renovables en este país del África subsahariana, debido a sus características geográficas, hipsométricas e hídricas.
PRODUCCIÓN DE ENERGÍA CON FUENTES RENOVABLES
A inicios de junio, en la conferencia internacional Estocolmo+50, convocada por Naciones Unidas, la ministra de Estado para el Área Social en Angola, Carolina Cerqueira, aseguró que el propósito es llegar a 2025 con un 70 por ciento de la producción de energía con fuentes renovables, fundamentalmente a partir del aporte de hidroeléctricas e instalaciones solares.
En el primer simposio nacional sobre hidrógeno verde, celebrado en esta capital, el ministro de Estado de Coordinación Económica, Manuel Nunes Junior, explicó que la matriz energética contiene, en estos momentos, un 62 por ciento procedente de fuentes limpias y la ambición a corto plazo radica en conseguir el 70 por ciento para 2025.
Pese a los esfuerzos institucionales, todavía numerosas familias carecen aquí de servicio eléctrico: cifras expuestas por el secretario de Estado de Energía, António Belsa da Costa, corroboraron que la tasa de electrificación creció un 7,5 por ciento de 2017 a 2021, pero a fines del año pasado apenas llegaba al 42,7 por ciento.
El propósito gubernamental es extender la proporción a un 44 por ciento en 2022, dijo el directivo en declaraciones a la prensa.
Intercambios en Luanda revelaron que la Organización Africana de Productores de Petróleo prepara un memorando sobre transición energética, el cual será puesto a consideración de los jefes de Estado del bloque a fines del presente año.
Durante la apertura del evento, el presidente angoleño, João Lourenço, consideró que la mencionada transición debe ser un proceso gradual y responsable, que defienda al planeta sin traer más hambre y miseria a países, cuya principal entrada de divisas proviene de las exportaciones de petróleo y gas.
Todos los Estados, reconoció, están obligados a adherirse al compromiso global de reducir los impactos del cambio climático, pero es preciso tener en cuenta las asimetrías.
Todavía una parte importante de la población en África no tiene acceso a la electricidad ni a ninguna otra forma de energía moderna para uso doméstico, ilustró.
A mediano y largo plazos, consideró, los combustibles fósiles están condenados a ser definitivamente prohibidos como una de las medidas para proteger el medio ambiente y, en consecuencia, a la Tierra.
Sin embargo, defendemos la necesidad de que esta transición sea un proceso gradual y responsable, remarcó el dignatario, quien abogó por acelerar la diversificación de las economías africanas y aprovechar los ingresos petroleros para la industrialización del continente.
El Ejecutivo angoleño, resumió, promueve la explotación sostenible de los recursos energéticos fósiles y la creación gradual de oportunidades para el desarrollo y el uso de fuentes renovables como la solar, la eólica, la biomasa y el hidrógeno, y ya están en marcha algunos proyectos concretos.
arb/mjm