Ambos estrecharán manos tras mantener una tensa relación por la proximidad y apoyo manifiesto del mandatario de tendencia ultraderechista al exgobernante estadounidense Donald Trump.
El político republicano y el exmilitar tienen parecidas personalidades y coinciden en muchas formas de abordar la política y sus estrategias comunicacionales.
Al jefe de Estado brasileño se le conoce como «el Trump tropical» por su violenta retórica y abuso de las redes sociales en menoscabo de la prensa tradicional.
Bolsonaro fue uno de los pocos líderes mundiales que no felicitó a Biden tras su victoria en los comicios celebrados el 3 de noviembre de 2020 en el país norteño.
Anteriormente, hubo roces entre ambos cuando el demócrata amenazó en el primer debate de campaña con «consecuencias económicas significativas» a Brasil si continúa la deforestación en la Amazonia. El excapitán del Ejército respondió en aquella ocasión que la afirmación desastrosa y gratuita de Biden ponía en riesgo la «convivencia cordial» entre los dos países.
A raíz de la cita, un asesor de norteamericano aseguró que ambos discutirán sobre “elecciones abiertas, libres, justas, transparentes y democráticas». Otras fuentes mencionan el tema del medio ambiente y la democracia.
Por su parte Bolsonaro refirió este miércoles que tiene la intención de mostrar a Biden «lo que es Brasil».
Durante un evento con empresarios en Río de Janeiro, el exparacaidista reconoció que consideró la posibilidad de no asistir al evento.
«Creo que todo el mundo sabe lo que está pasando en Brasil… Yo ni siquiera iría a la Cumbre de las Américas. Yo no iba a aparecer en fotografía. Se hizo entonces un diálogo con el asesor del señor Joe Biden”, explicó. Después de confirmarse el encuentro, unas 71 entidades de la sociedad civil brasileña instaron a Biden a que presione a Bolsonaro en favor de la democracia.
Tal pedido apareció en una carta enviada el martes «para animarle, durante su reunión, a defender firmemente la democracia, elecciones libres y justas, acción climática y la protección esencial de la selva tropical».
Los activistas manifiestan en la misiva preocupación por la posibilidad de que Bolsonaro aproveche la conversación como señal de apoyo a conductas que van contra valores.
Según las organizaciones de la sociedad civil, están preparadas para la versión Bolsonaro del 6 de enero de 2021, cuando el Capitolio de Estados Unidos enfrentó una invasión de partidarios de Trump, «si pierde la reelección» ante las urnas el 2 de octubre.
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