El político, que lidera el comité legislativo a cargo de investigar los disturbios del 6 de enero de 2021, presentó este jueves las conclusiones preliminares sobre el papel del exmandatario en ese ataque en la primera de siete audiencias sobre el tema.
De acuerdo con Thompson, el motín fue un «intento de golpe de Estado» para hacer que el magnate republicano permaneciera en el poder basado en un supuesto fraude electoral, desestimado por los tribunales.
Por su parte, la republicana Liz Cheney, integrante también de la comisión investigadora, afirmó que Trump supervisó un «sofisticado plan de siete partes» para abolir el resultado de las elecciones presidenciales de 2020.
El expresidente Trump fue el que citó a la multitud, el que la congregó y quien encendió la llama, apuntó Cheney, quien fue expulsada del liderazgo del partido rojo por oponerse al exgobernante.
En una pantalla, los legisladores mostraron fragmentos de las entrevistas previas con quien fuera fiscal general en el momento de los hechos, William Barr, que calificó las mentiras de Trump sobre fraude como «pura mierda».
Igualmente, aparecieron algunos minutos de las declaraciones ante la comisión investigadora de Ivanka Trump, una de las hijas del exjefe del ejecutivo, y el entonces vicepresidente, Mike Pence.
En la audiencia también reprodujeron un video con imágenes inéditas de la violencia con que los asaltantes irrumpieron en la sede del legislativo y se escucharon las grabaciones de la radio de la Policía Metropolitana de Washington.
Como testigo, la agente de la Policía del Capitolio, Caroline Edwards, describió cómo resultó la primera oficial herida en el motín.
Además, testificó el cineasta británico Nick Quested, quien ese día filmaba a miembros del grupo ultraderechista Proud Boys y dijo sentirse sorprendido por «la ira y los cánticos increíblemente agresivos» de los manifestantes.
La audiencia se transmitió en directo en horario de máxima audiencia a través de todas las televisoras, excepto Fox.
Considerado el peor asalto a la democracia de Estados Unidos, los violentos disturbios de hace más de un año dejaron el saldo de cinco muertos y más de 140 policías heridos.
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