Afiliados de sus distintas gremiales recorrieron los neurálgicos ministerios de Economía, Industria y Trabajo para expresar a sus respectivos titulares las demandas centrales de CSI y obtener respuestas.
Manifestaron solidaridad con gremiales en conflictos, entre los que descuellan el de los metalúrgicos por cierres fabriles, que ya dejaron en los últimos dos años a dos mil 500 trabajadores desempleados, a los que se suman 200 más por la retirada del país de una empresa después de 65 años.
También extendieron apoyo solidario al sindicato lácteo, al que se le niega la negociación colectiva salarial para recuperar recortes y el de los combustibles, ante los despidos pese a ganancias empresariales.
El secretario de Organización de la central, Pit-Cnt, Enrique Méndez, expresó que las grandes preocupaciones del movimiento sindical “están colocadas en las urgencias y necesidades de los uruguayos” y que no tuvieron respuesta por parte del gobierno.
Reclamó que “urge la creación de puestos de trabajo de calidad” y según explicó, “aquí debe jugar un rol fundamental el Estado” para que la industria nacional “pueda ser el motor de desarrollo”.
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