El Consejo de Pequeñas Embarcaciones Turísticas de Shiretoko, que agrupa a tres empresas con base en el puerto de Utoro, adoptó un grupo de medidas de seguridad para evitar accidentes como el del Kazu 1, donde murieron 14 personas y otras 12 permanecen desaparecidas.
Como parte de las nuevas regulaciones, las firmas no podrán operar de forma independiente y colegiarán entre todas las decisiones sobre cada recorrido.
Asimismo, introdujeron un sistema para detectar inundaciones en las salas de máquinas y limitaron los viajes a los días con condiciones climáticas estables.
El primer bote de la jornada zarpó con 20 pasajeros a bordo, acompañado de otra nave escolta, la cual actuaría en caso de alguna emergencia.
Después de varias inspecciones, el Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo retiró la licencia comercial a la compañía Shiretoko Pleasure Cruiser por violar 17 artículos de la Ley de Transporte Marítimo, y el organismo exigió la indemnización de los familiares de las víctimas.
Por otro lado, la Guardia Costera de Japón anunció que durante la actual temporada turística despegará un gran buque patrullero en las inmediaciones del vistoso paraje al extremo norte del país.
Los métodos tradicionales de rescate y salvamento no funcionaron el pasado 23 de abril, pues según informes oficiales, el helicóptero de los socorristas tardó más de tres horas en llegar al lugar de los hechos después de la llamada de auxilio realizada por el Kazu 1, cerca de las cataratas de Kashuni donde finalmente se hundió.
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