En cuanto al cierre para esta semana, un resumen puede estar en particular en preocupantes expectativas que tienen su base en temas tan acuciantes como el precio del petróleo y el gas.
Sobre todo en Europa este elemento se transforma cada día en una situación que puede empeorar, pese a las medidas adoptadas por los gobiernos.
De ahí que las bolsas reciban su impacto correspondiente con una buena dosis de la influencia del conflicto en Ucrania y el efecto de las sanciones de occidente contra Rusia.
Por ejemplo, los principales indicadores de las bolsas en Estados Unidos se comportaron de forma cautelosa y apenas se movieron el viernes, al final de una semana salvaje en Wall Street.
Las acciones sufrieron varios desplomes a medida que los mercados se acostumbran a la amarga medicina de las tasas de interés más altas que la Reserva Federal (Fed) y otros bancos centrales usan en su batalla contra la inflación.
En ese sentido, las tasas más altas combaten el alza de precios, pero también ralentizan la economía y pueden hacer bajar los valores de las acciones y los bonos.
El índice S&P 500 apenas avanzó 0,09 por ciento, pero sigue más del cinco por ciento abajo durante la semana.
Por su parte, el industrial Dow Jones perdió 0,13 por ciento, mientras las ganancias de las empresas tecnológicas impulsaron al Nasdaq 0,72 por ciento.
En materia monetaria, el yen se hundió hasta dos por ciento después de que el Banco de Japón (BoJ)se resistió a una ola de ajustes de tasas de interés y mantuvo su política monetaria expansiva.
Por demás, la sorpresiva decisión del Banco Nacional Suizo (BNS) de aumentar las tasas en 50 puntos básicos continuó repercutiendo en los mercados.
Esa influencia aparece con el euro perdiendo medio punto porcentual y el franco suizo regresando a los máximos de dos meses alcanzados inmediatamente después del anuncio.
Los mercados de divisas, que enfrentan la mayor racha de ajuste de la política monetaria en décadas, también tienen que lidiar con el desplome de la confianza en el riesgo que está haciendo tambalear a las bolsas.
El dólar australiano, muy sensible al estado de ánimo de inversión global, cayó 0,7 por ciento hasta poco menos de 0,70 dólares, mientras los mercados bursátiles de Asia se hundieron tras las fuertes bajas en Wall Street el jueves.
Contra el yen, el dólar sumó más del dos por ciento a 134,92 yenes, luego de la volatilidad surgida inmediatamente después de la decisión del Banco Central de Japón (BoJ). La moneda nipona alcanzó el miércoles un mínimo de 24 años de 135,6 yenes por dólar.
El euro, en tanto, perdió 0,4 por ciento a 1,0515 dólares, aunque se mantuvo por encima de los niveles alcanzados el jueves. El euro bajó 0,4 por ciento frente al franco suizo a 1,0152 francos por euro.
En resumen, las acciones mundiales se encaminaron a cerrar su peor semana desde el colapso de la Covid-19 en marzo de 2020 (conclusión incluso al solo apreciar algunos datos de los mercados).
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