En declaraciones exclusivas a Prensa Latina, el oficial principal de Pesca y Acuicultura para América Latina y Caribe, el mexicano Alejandro Flores Nava, precisó que con ese fin FAO promovió el llamado Acuerdo sobre Medidas del Estado Rector del Puerto (Amerp), el único vinculante a escala mundial.
Ese tipo de práctica, dijo, trae como consecuencia una sobreexplotación de los recursos marinos, por lo que también pone en riesgo la seguridad alimentaria y la recuperación económica de las comunidades pesqueras establecidas.
Para dar cumplimiento a la voluntad de Amerp, suscrito por unos 97 países, explicó Flores Nava, se realizan encuentros regionales como el iniciado este lunes y durante una semana en la capital panameña.
Estos foros, agregó, son escenario idóneo para intercambiar experiencias y avances en las legislaciones y acciones para la regulación y enfrentamiento a la pesca ilegal.
Aceptar la realización de inspecciones y presentación de evidencias en puerto a las embarcaciones con bandera extranjera y no permitir que atraquen buques señalados por capturas irresponsables, comentó, son algunas de las medidas contempladas en el Acuerdo y que tienen un gran impacto.
En el caso de Panamá, subrayó, nos complace contar con el apoyo gubernamental a esta estrategia de enfrentamiento a la pesca ilegal.
En ese sentido, FAO contribuye con la realización de cursos de capacitación a inspectores y acompaña la implementación de una nueva Ley de Pesca y Acuicultura, además de la elaboración de su reglamento, remarcó.
Flores Nava insistió en la necesidad de que todos los países colaboren con estos propósitos, porque «de nada vale controlar la pesca irregular en uno si en el vecino otorgan libertades que distorsionan y burlan las diversas regulaciones».
También instó a que otros organismos de Naciones Unidas y la propia Organización Internacional del Trabajo incorporen sus iniciativas, ya que muchas veces la pesca ilegal tiene nexos con delitos como la esclavización de tripulantes, el crimen organizado o el tráfico de personas y estupefacientes.
Según estadísticas oficiales, las faenas en la pesca ilegal a nivel global representan unos 26 millones de toneladas, el 28 por ciento de las capturas totales registradas, con un valor de 23 mil millones de dólares.
Sobre este tema, el director de FAO para Mesoamérica, Adoniram Sanches, destacó avances en Panamá de proyectos dirigidos a prácticas responsables y políticas públicas sobre el uso sostenible de recursos asiáticos, en particular con su Ministerio de Desarrollo Agropecuario y la Autoridad Marítima.
ONU declaró el 2022 como el Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales, celebración que será liderada por FAO y convoca a centrar la atención en los pescadores a pequeña escala.
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