Miembros de esa comisión aseguraron tener evidencias de los esfuerzos del exmandatario para presionar a funcionarios estatales a impedir el triunfo del actual gobernante, Joe Biden.
El panel presentará las complejidades de un esquema que buscaba manipular el total de votos electorales para privar al demócrata de la mayoría necesaria para ganar.
El plan de Trump fracasó cuando el entonces vicepresidente, Mike Pence, que presidía el conteo de votos electorales el 6 de enero de 2021, se negó a reconocer las listas alternativas favorables a Trump y, en cambio, certificó la victoria de Biden, apuntó la cadena NBC News.
Los testigos que comparecerán este martes ante el comité en la cuarta audiencia serán funcionarios electorales que describirán cómo fueron perseguidos y hostigados por hacer su trabajo.
Uno de ellos será Brad Raffensperger, republicano que se desempeñaba como secretario de Estado de Georgia y se mantuvo firme cuando Trump le imploró en una llamada telefónica grabada que “encontrara” suficientes votos para anular la estrecha victoria de Biden en el estado.
Otro de los que comparecerá hoy es el republicano Rusty Bowers, presidente de la Cámara en Arizona, quien también recibió una llamada de Trump y su aliado el abogado Rudy Giuliani después de los comicios con un objetivo similar.
Con esos testimonios los parlamentarios buscan demostrar que incluso los aliados de Trump retrocedieron ante lo que vieron como un intento de frustrar la voluntad popular.
El exjefe de la Casa Blanca Trump se ha quejado en su red social Truth Social de que el comité no presenta testigos favorables a él y calificó al grupo de legisladores de “hackers políticos” que no tiene interés en escuchar a quienes apoyaron sus acciones.
La audiencia de hoy sería la cuarta de las seis previstas con el objetivo de demostrar el complot del exocupante del Despacho Oval para no perder su cargo así como su papel en la insurrección del 6 de enero de 2021.
Ese día los simpatizantes de Trump irrumpieron con violencia en el Capitolio alentados por la teoría del entonces mandatario de supuesto fraude electoral, un hecho considerado el peor asalto a la democracia de Estados Unidos.
Medios de prensa estadounidenses coinciden en que la evidencia contra el entonces jefe de la Casa Blanca podría servir al Departamento de Justicia (DOJ) para una investigación criminal.
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