Cerca del mediodía, los contratos a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres bajaron a 8.725 dólares la tonelada, después de tocar un mínimo no visto desde el 5 de marzo de 2021 a 8.691 dólares a primeras horas de la mañana.
En paralelo, el contrato de cobre para entrega en julio en Shanghái, una de las denominaciones más negociadas, terminó la jornada de este miércoles con un descenso del 1,6 por ciento, a 67.060 yuanes (9.971,60 dólares) la tonelada.
Según expertos, las caídas pueden estar relacionadas por el creciente temor a que las subidas de las tasas de interés bancarias para controlar la inflación lleven a la economía mundial a una recesión.
En paralelo, China mantiene confinamientos por el COVID-19, lo que afecta a la demanda de metales.
De hecho, el aluminio y otros metales industriales se unieron a la venta de activos de riesgo, que también impactó al petróleo y a los mercados de valores.
Entre otros metales básicos, el aluminio LME cayó un 2,1 por ciento; el zinc, un 1,6 por ciento; el plomo, un 2,1 por ciento; el níquel, un 3,7 por ciento y el estaño, un 4,8 por ciento.
Las perspectivas técnicas de muchos metales se están deteriorando y una ruptura por debajo del soporte de 8.700 dólares en el cobre desencadenaría nuevas pérdidas, prevén otros analistas.
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