Administradas por la Empresa para la conservación de la Flora y la Fauna, en los seis sitios naturales de Ciego de Ávila se desarrollan monitoreos constantes y acciones educativas medioambientales y de participación comunitaria, por presentar alguna de ellas elementos claves de determinado ecosistema.
El jefe del Departamento de Recursos Naturales de la Subdelegación de Medio Ambiente, Dayron Fundora, señaló que laboran en la reorganización de los programas de preservación y rediseñan e incrementan la señalética, tanto informativa, como prohibitiva, en todos los lugares.
Una de las principales zonas es el Parque Nacional Jardines de la Reina, primera área marina protegida de Cuba que ostenta el premio Blue Park, en la categoría Dorada, avalado por el trabajo de salvaguardia de los recursos naturales y la adecuada administración de su flora y fauna marinas.
También en los mares del sur avileño está el Refugio de Fauna Cayos de Ana María, importante región faunística desde el punto de vista científico por resultar el hábitat de numerosas especies de la ictiofauna submarina de alto valor comercial y abrigar en la parte terrestre a la jutía conguina , subespecie endémica local en peligro de extinción.
Otra de las áreas protegidas es la Loma de Cunagua, la zona silvestre más grande de la provincia avileña, formada por bosques semidesiduos, con 16 tipos de lagartos, dos de ellos endémicos y más de 150 variedades de pájaros, con resalte del arriero, cartacuba y el tocororo, ave nacional de Cuba.
Muy cerca de ese lugar se encuentra Refugio de Fauna El Venero, un herbazal de ciénaga, que aunque no sobresale por su belleza, constituye el único sitio de la región central donde habita la grulla cubana, ave endémica restringida y amenazada.
Los restantes dos sitios de importancia ecológica se ubican dentro de la cayería norte avileña, una de ella, es la Reserva Ecológica Centro Oeste de Cayo Coco, la cual ocupa casi el 85 por ciento del islote, y forma parte del corredor migratorio del Atlántico Norte, con numerosos grupos de aves, insectos, arácnidos y reptiles.
Y por último descuella el elemento natural destacado Dunas de Playa Pilar, en Cayo Guillermo, donde están los montículos de arena fósiles y más altos del Caribe Insular, con características muy peculiares, pues son colinas estabilizadas que no migran con el paso de las estaciones de invierno y verano.
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