De acuerdo con un video difundido aquí, para el dirigente alemán, el castillo de Elmau se encuentra en una zona montañosa, pero «no cree que se vaya a mover montañas en ese poblado», que también reunirá a estadistas de Reino Unido, Francia, Canadá, Japón, Estados Unidos e Italia.
Según Scholz, será una oportunidad para consolidar posiciones y mostrar la disposición a actuar de conjunto, aunque analistas estiman que el G-7 llega a la cumbre con crecientes diferencias, en medio del auge de la inflación y el alza del combustible en el orbe.
La aplicación prematura en Europa de planes para eliminar el empleo de hidrocarburos y priorizar la energía renovable, una errónea política monetaria en Estados Unidos y las sanciones unilaterales de Occidente contra Rusia son vistas aquí como causas de una crisis económica global.
El G-7 se dispone a buscar en Elmau, en el estado alemán de Bavaria, una posición de consenso en el tema de Ucrania, donde Rusia realiza una operación militar, anunciada el pasado 24 de febrero por el presidente Vladimir Putin para desmilitarizar y desnazificar al vecino país.
Reino Unido y Estados Unidos respaldan completamente la estrategia de suministrar armamentos, incluidos los pesados, a Kiev, pese a las denuncias de Moscú de que ello solo prolongará el conflicto, con el consiguiente riesgo de que las armas se vendan luego en el mercado ilegal.
De su lado, Francia y Alemania se mostraron presto a enviar armamentos, aunque lo hacen de forma limitada, al tiempo que mantienen contactos telefónicos con Putin.
En el caso del presidente galo, Emmanuel Macron, llegó a sugerir la búsqueda de una solución diplomática.
Analistas destacan que más de 10 mil medidas punitivas unilaterales aplicadas contra Rusia, sobre todo, por países integrantes del G-7, tuvieron un efecto bumerán para ellos, en especial, por el aumento del precio de combustibles, cereales y fertilizantes a escala mundial.
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