La víspera el máximo tribunal de la nación anuló el caso histórico de Roe vs Wade, un fallo de casi 50 años que legalizó las interrupciones, y puso fin a cinco décadas de protección del derecho a su interrupción. Los gobernadores de California, Washington y Oregón se comprometieron a proteger estos derechos en una coalición, mientras se intensificaron en varias ciudades estadounidenses las manifestaciones de rechazo a la decisión de la Corte.
Las autoridades de esos tres estados a los que deben sumarse otros, manifestaron, además su disposición a defender legalmente a las personas de otras regiones que buscan un aborto y también para proteger a los proveedores médicos.
El californiano Gavin Newsom, quien rige los destinos del estado más poblado del país (cerca de 40 millones de habitantes) y con la mayor cantidad de latinos, dijo que ante el ataque, “California, Oregon y Washington están construyendo la Ofensiva de la Costa Oeste para proteger el acceso de los pacientes a la atención reproductiva”.
“Las libertades reproductivas están bajo ataque”, acentuó Newsom, a la par que los gobernadores de Oregón y Washington, Kate Brown y Jay Inslee, los tres firmantes el viernes de un Compromiso con la libertad reproductiva.
Mientras que la costa oeste del país, epicentro del progreso y el desarrollo económico con ciudades como San Francisco, Seattle y Los Ángeles, se comprometían a proteger el aborto, otros nueve estados, en su mayoría del medio oeste dominado por los republicanos, prohibieron la interrupción del embarazo.
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