De acuerdo con un comunicado de ese grupo, entre esos desafíos está lograr la unidad de las organizaciones populares y solidarias panameñas y respaldar la lucha de los países de América Latina y el Caribe.
En una velada, que contó con la participación de embajadores y representantes de las legaciones diplomáticas de Nicaragua, Cuba, Venezuela, Bolivia, México, República Árabe Saharuí Democrática( RASD) y la Federación de Rusia, el colectivo se solidarizó con el pueblo de Ecuador, en pie de lucha en las calles por mejores condiciones de vida.
También saludó el triunfo en comicios generales de Colomba de la coalición de izquierda Pacto Histórico, en particular a la vicepresidenta electa, Francia Márquez, primera mujer afrodescendiente, salida de los sectores marginados que tanto amó Bolívar, resaltó el documento.
Asimismo manifestó su solidaridad con los pueblos de Cuba, la RASD, Nicaragua, México, Venezuela, Bolivia y Rusia.
El Congreso Anfictiónico, convocado por Bolívar se desarrolló en la ciudad de Panamá entre el 22 de junio y el 5 de julio de 1826.
En el encuentro se acordó un tratado perpetuo de unión y confederación, la creación de un Ejército interamericano para la defensa común y la renovación bianual del Congreso, al que se podrían sumar otros países.
Debido a las rivalidades entre las naciones y a la oposición de Estados Unidos, que no deseaba la formación de un sistema de estados federados en América del sur, los acuerdos solo fueron ratificados por la Gran Colombia y no tuvieron consecuencias efectivas.
Logró reunirse en una segunda ocasión, a convocatoria de México, pocos años después.
Bolívar soñaba con una federación de estados que enlazara a Perú, Bolivia y Colombia con la América central, encabezada por Guatemala y México por el norte; con Cuba y Puerto Rico libres por el este; y con el río de la Plata por el sur.
En su carta de invitación a aquella cita, El Libertador afirmaba que después de 15 años de sacrificios por la paz en el continente era tiempo que los intereses y relaciones que unen entre sí a las repúblicas americanas, antes colonias españolas, tuvieran “una base fundamental que eternice, si es posible, la duración de estos gobiernos”.
La unidad latinoamericana y caribeña demostraría su fuerza mucho tiempo después, aunque nunca Washington disminuyó sus acciones para evitar que la unión de países al sur de su frontera, disputara el dominio de lo que siempre consideró su patio trasero.
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