La Contraloría General de la República precisó en un comunicado que unos 27 mil candidatos aspiran a participar como empadronadores y supervisores en el sondeo, para el cual recibirán un adiestramiento en las nuevas metodologías.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), la pandemia de la Covid-19 retrasó la pesquisa prevista en 2020.
Su actual impacto motivó que el levantamiento en poco más de un millón 500 mil hogares se extienda dos meses y no en un solo día, como se solía ejecutar antes, agregó.
Ese programa cumple con recomendaciones de organismos internacionales como el Fondo de Población de Naciones Unidas, la Comisión Económica para América Latina y el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía.
El nuevo procedimiento, precisó el INEC, implica una mayor flexibilidad a los empadronadores al momento de realizar la entrevista, y tener situaciones o escenarios, en los cuales no se encuentran las personas en sus casas.
La entidad recordó que en un proyecto de censo de población la agenda consta de tres etapas bien definidas: antes, durante y después.
En la actual fase preparatoria, también se prevé la organización de las 136 regiones censales que tiene el país centroamericano.
La anterior metodología, de 1949 establecía la realización del estudio en un solo día, como regla un domingo, recordó el INEC.
Ahora cada empadronador tendrá una carga de aproximadamente 300 viviendas, hasta completar toda la información.
Además de dispositivos móviles de captura, el Estado invirtió en unas 27 camionetas e insumos para la confección de cuestionarios y mapas, entre otras herramientas.
Este proceso censal estaba programado para desarrollarse el 24 de mayo de 2020, pero se postergó a finales de 2019, por una decisión del Tribunal Administrativo de Contrataciones Públicas, tres meses antes de que se declarara la pandemia.
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